Le basta con sus jajás. Aunque
realmente odie sus fobias a las preguntas, le basta con él. Quizá ese
alejamiento de la supuesta perfección mundana le haga más encanto (entendido
como perfección bajo criterio propio). Ella sonríe al recordar sus "que se
acostumbren poco a poco" y sus "en agosto" y ríe sin ruido
al usurpar su ser sin restricciones de realidad, sintiendo que es suyo y que
huyen ante el mundo. También lo provoca. Quiere arena y sol, y lo quiere a su
lado. Pero no puede evitar no "ellear" como sí siente.
Se conforma de momento con instantes de noche bajo el techo de Madrid..., si es con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario