Malos cuerpos por malas bocas. Aunque diga que le provocan. Que ni así excusa tiene. ¿Qué esperar del centro cuando el centro está mal ubicado? Cuando centro no es, ni forma debería, ni parte de un nada. Cuando no debería existir. Ni ser. Ni estar. A, b, c. Tan simple. Tanto.
Vísceras removidas por su mala boca. Porque con la inocencia no se juega. Y con el poder tampoco.
Desaparece. Fuera.
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