20170402

Abril: Dura tanto el sol...

Un último nuevo mes. Todo pasado revisado si bien sabe que otro borrado. Sentido. Se queda con aquella carta. Siente. Continúa escribiendo:

«Que dure toda la vida. ¿Cuánto si no? ¿Qué mejor tiempo que ése, cuanto menos, para tanta magia? No permitas que esta cita se acabe. No voy a mentirte, en ella sufriremos y lloraremos, pero no sólo "también" reiremos. Merecerá la pena, verás. Tenemos tantos mares que nadar y tantas orillas en las que reposar. Dura tanto el sol... ¿Con quién beberlo si no? ¿Con quién respirar mejor? Guardo pedazos de sol para ti. Déjame llenar tus días con pequeños trocitos de luz. Todos distintos. Siempre infinito. Y no creas que cabrán en una pequeña caja de madera. Cree que llenarán paredes, casas y océanos enteros si me dejas. Porque motivos siempre sobran, aunque nunca son suficientes (o quizá nunca demasiados...). Tanta tinta que gastar... Tan delicada la piel sobre la que escribir. Delicado ser. No permitas pensar que la delicadez deja de ser. Piensa que al escribir hay tachones y distracciones, pero importan las correcciones. O, a veces (fíjate), quizá no. Vale saber. Y vale aprender. Y aunque de lejos vuelva a atisbarse aquella pequeña zona en obras..., de cerca se respira aquella magia de colores que permitirá la pompa más grande jamás soñada. Y, por último, déjame decirte que la noche es más oscura justo antes del amanecer...

Y está a punto de amanecer



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