20181115

Su final favorito

Precisamente porque llorará cuando haga falta, reirá cuando haga falta y bailará cuando haga falta. Y gritará. Y saltará. Y brillará. Y nosecuantascosasmasará. Y, qué cojones, con falta o sin falta. Porque sí. O porque no pero qué más da. Así. Sin piedras. Aunque sienta que es la propia china de su propio calzado. Aunque se vea ante un pronunciado cambio de rasante que la incapacita una vez más. Tras tantas curvas y ahora, tan tarde (porque para ella lo es), otra más. Parada. De nuevo. Ante su cima. O su precipicio. No sabe aún. Esperará. ¿No? Que mira que luego hay tíos que se ponen en blanco y negro y adquieren el derecho de decir, sin equivocaciones, que no debe culpar al mundo, que vaya, que luche, que siga... Ve. Lucha. Sigue. Y supone que ahora mismo es la mejor opción. Aunque con un poquito de pausa. Que tanto vaivén la descoloca y necesita un destiempo y parar agujas y pararse ella mientras se mueve. Porque nunca quieta. Pero debe. Para. Disfruta. Vive. Corre. 

Y como siempre de final: vuela.

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