Que ocurra una explosión. Con excusa. De haber reventado. Y por reventar más. Porque necesita posos. Y 24 horas de garantía, o quizá más. Las que sean, aunque pocas, para que asuma ideas y sepa si se sumerge. O no. Que las zambullidas tempranas de veo quiero no zafan. Asienta, pequeño. Que el truco es no perder. Y rodar. (Pero bien)
Y todo será maravilloso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario