No aguanta que la gente se deje llevar por las pautas de a saber quien, tirándose al cauce para ser una gota más, sin nombre. Sólo gota. No necesita que nadie le diga si un día es más especial que otro, según un calendario. Odia ver que los demás se comportan como gotas, huyendo siempre de espaldas para no ser absorbida. Sabe que escribe cuando quiere, no cuando lo hacen los demás. Siente que regala cuando quiere (aunque peque), no cuando "hay que" regalar. Tiene la cabeza llena de consumismos de varios colores, de imposiciones sin sentido (ninguno), de materialismos con nombres de cabeza alta..., y quiere huir. Y cree que ha huido, aunque sin mérito. No como hubiese deseado. Con piedras en sus pequeñas y amargas venas que le hacen llorar al ver que la sangre duele.
Desde arriba y desde abajo, la sangre duele.

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