«Podía disfrutar de lo que había conseguido
y no lamentarme por lo que no podía conseguir»
Así, de repente, fue como se dio cuenta. Sus destinos no estaban unidos, pensaba ella que iban sin límite, pero ahí estaban, ante sus ojos, con unas palabras, unas fotos y un poco de procesamiento. Difícilmente será compatible su americanada con sus indios, su desarrollo con su carencia dispuesta. Pero todo son señales, ¿no? ¿Por qué no asumir una temporalidad? Si era capaz... Que lo era... ¿Por qué no disfrutar de las plumas que logró atrapar? Si no caen más, ya tiene algunas. ¿Por qué no?
Que sea un sí.
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