Ella que pensaba que la suerte era para pringados y ahora necesita que la acompañe... vuelve a su rutina. A sus vagones de siempre que espera, por cierto, que dejen de serlo. A sus paseos, aunque menos acompañados; siempre sus paseos. A su zulito, un poco más oscuro esta vez... Pero sueña, y remembra, cada día, cada siempre, eterna compartida.
The sun in her eyes. All what she used to be.
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