Pues eso. Si tampoco lo espera. O sí. No sabe. Porque ya se cansó de luchar contra los malos. Y lo único que quiere es no perderse nada. Pero quizá deba cambiar sus voluntades. Porque de expectativas nada, y eso ya lo sabe. Regla de oro. No expecta.
Y nada más... A morro torcido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario