-Ja, ja. Perdona. Esto es muy divertido. ¿Has dicho pasar toda la noche hablando?
-El sexo es una buena manera de hablar.
Así imploraba el señor naranja su secuestro (por cierto, sí, Sr. Naranja) y ella no se pudo negar. Aunque sea como ir a hacer la compra cuando tienes hambre. Sabía que tenía muuucha hambre pero sabía que en su plato no quedaría nada. Lo quiere de principal, de siguiente, de final y de vuelta a empezar. Sin tiempo para roncar. Sabe que sin querer está tiñendo su piel, pero le gusta, qué le va a hacer, sin salvavidas.
Adonde llegue.
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