17dos de interés con nazismos entre letras, con azules distintos (vuelve a su azul, que es más de uñas azules que rojas, ya sabe), con muebles mohosos (o moho con muebles ), rutas improvisadas y soles de los buenos, con un "ve tú primero que luego voy yo", historias para no dormir y otras varias, vaticinios que igual rondan pero no asoman bajo el miedo de no lo llames por su nombre, confesando confesiones sin llegar al copia pega pero dejando claro que su mínimo es la normalidad lejos de taras pero fuera de normalismos con rutinas de las malas y horas de las aburridas (que lo de serio al final no) (y menos mal). Y merece la pena añadir ese tropiezo inminente desproducido por entregarse al lerele (vos reíte). Con todo aunque no firme, que falta no hay, veremos la segunda parte.
"No me vaticines ranciedad y distancia".
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